jueves, 24 de noviembre de 2011

PRESENTACIÓN



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          Queridos amigos y compañeros, familia, buenas tardes.

         Presentamos hoy, más allá del crepúsculo, en la oscuridad iluminada de la noche madrileña, en el Salón de Actos de Escritores en Red Asociación Marqués de Bradomín que hoy se tras-lada a Gran Vía 13, a la Sala de Conferencias del Centro Cultural de los Ejércitos, donde nos encontramos, dos libros: uno de poesía y otro de prosa. El de poesía es obra original de D. Miguel Ortega Isla, se titula MIS PERSONAJES SE PASEAN POR LA RED, y se publica en la colección “Li-Poesía”, del que hace el Número Siete. El de prosa, obra también de ficción, es de mi autoría, se titula EL ÚLTIMO TERCIO DEL CREPÚSCULO, y se publica en la Co-lección Narrativa SONATAS DIGITAL, en ese espacio para la prosa de la asociación de escritores en red que esta tarde nos ampara.
         Hablamos, desde el punto de vista del género, de dos cosas distintas, de poesía y de novela corta. Pero también hablamos de formatos distintos, de papel, digamos que formato tradicional, en el caso de la narrativa, y de tarjeta USB, o sea del moderno formato digital, en el caso del libro de versos.
         Y pese a estas diferencias, y ésta es la razón por la que se presentan juntos, hay algunas coincidencias en el ámbito editorial e incluso en lo formal que unen a estos dos libros. En primer lugar quiero señalar la amistad que mantenemos desde largo tiempo los dos autores. También que yo le prologo a Miguel su libro de poesía, y que Miguel me prologa a mí mi novela. Pero no sólo esto. Los dos libros están, o pretenden estar, en la misma línea de vanguardia y tradición. Los dos levantan su baluarte sobre esos dos pilares, sobre ellos se yerguen.
          El uno, el de poesía, está en la vanguardia por el formato: digital-tarjeta-USB. Conocíamos las tarjetas USB como medio publicitario de grandes compañías, tales que Heineken, L´Oreal, esayJet, o Microsoft, no así como soporte físico de un libro digital.
El otro, al de prosa me refiero, se sitúa también en vanguardia porque el texto en papel es sólo la versión del autor que lo firma de un total narrativo más extenso publicado en formato hipertextual, que entra en el espacio de la poli autoría y la interactividad, y que se encuentra, lógicamente, en La Red, en dirección/direcciones electrónicas que en la contra portada del libro se especifican. Como nota de detalle es de signar que la versión en papel es de sólo 108 páginas, mientras el texto de red se extiende a las 280.
         Esto por lo que respecta al apunte vanguardista.
         En cuanto a la tradición, decir que ambos libros están inmersos en ella por sus contenidos y estructura. Miguel Ortega Isla trabaja, desde el punto de vista formal, la extensión versal italiana, 9 y 11 sílabas, principalmente, no faltándole a veces el heptasílabo, el pentasílabo y el alejandrino. En los campos de contenido no encuentra restricciones, ora social, ora filosófico, ora teológico. La utilización de técnicas narrativas propias del relato, tal que el suspense, los finales inesperados, etcétera, convierten su poesía en una suerte de seña de identidad que lo aleja de los otros, y que por ende, lo definen.
         En mi caso, la novela se articula como un diario, género clásico donde los haya; pero, es, además, un diario enmarcado en un círculo. No en vano la novela empieza en una ventana y termina en la misma ventana. Está escrita lógicamente en primera persona, y se puede decir que son los últimos días del tiempo para bitácora y confesión de la protagonista, la Excelentísima Señora Doña María Fernanda de Lara, Condesa de Aguilar y Campeche, Grande de España. Consta de tres partes. Vean en ello, pues así es, la tópica “presentación-nudo-desenlace” de cualquier novela que se precie. Dos de las partes, primera y tercera, están es-critas por la misma narradora, la Condesa de Aguilar y Campeche, y una segunda parte, redactada por un tal Iacob Shilenuss, por un personaje de los muchos que pueblan la mente de nuestra protagonista.
         En conclusión. Podemos decir que tenemos un libro electrónico de corte clásico, hablo del libro de poemas de Miguel Ortega Isla, y un libro en formato tradicional, papel, hablo de mi novela, que es sólo el comienzo de una aventura que termina en La Red.
         Y ahora permítanme que dé paso a buen amigo Miguel Ortega Isla.

2

         Queridos amigos y compañeros, familia.
         Hasta aquí lo que queríamos decir esta noche. Sólo resta resaltar, como punto final, que nosotros también nos damos cuenta de lo inusual de esta presentación.
         Ha faltado un presentador para los libros y los autores, ese factor importante y parece que absolutamente necesario en estas ocasiones. Ya ven que no son necesarios.
         Esto es así, no porque no tengamos amigos de reconocido prestigio que puedan presentarnos como grandes artistas, que es la norma en uso, sino porque no queremos influir para nada en la lectura que ustedes hagan de los libros, que sean ustedes quienes se enfrenten solos a ellos, quienes decidan si van a hacernos esa publicidad que ahora les estamos pidiendo, quienes realicen ese chismeo boca a boca tan efectivo; o no.
         Sí, queremos que hablen de nuestros libros con el vecino, en el autobús, en la cafetería, en el trabajo, allá donde fueren.
         Y por último una sorpresa también muy inusual que les tenemos guardada. La mesa en la que están los libros, no es un punto de venta. Esta tarde les vamos a obsequiar con nuestros libros; pero sólo por estar tarde, eh.
         Por favor acérquense y recójanlos, que tenemos que bajar a la cafetería a merendar y se va haciendo tarde.
         Buenas noches.



1 comentario:

  1. Fue una tarde muy bonita.Felicidades.

    Un fuerte abrazo para los dos protagonistas.

    Mila

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